lunes, 29 de noviembre de 2010

Ciprés común, Ciprés piramidal, Ciprés italiano, Ciprés de los cementerios Cupressus sempervirens L. Cupressaceae

"sempervirens" significa "siempre vigoroso".
Conífera de la región mediterránea, en España podemos verlo a través de toda la geografía, como especie ornamental o en repoblaciones forestales

Puede llegar a los 30 m de altura y llegar a los 300 años de vida
Sus hojas son escamiformes (forma de escama), delgadas, aplanadas, con punta obtusa y color verde oscuro, se mantienen perennes

La floración a final del invierno no tiene interés ornamental, es una especie monoica ya que flores masculinas y femeninas se hallan en el mismo pie, su fruto leñoso, ovalado, de color verde a marrón grisáceo cuando madura tiene pequeñas semillas

Tiene un rápido crecimiento durante los primeros años que después se relentiza

Se utilizan ejemplares aislados  y en grupos para formar  setos y pantallas protectoras, muy utilizadas como cortavientos
Existen entre 16 y 25 especies  reconocidas

Fue muy cultiva por el mundo grecorromano llegando a formar parte del paisaje y de los jardines
Su madera , pardo amarillenta clara, de textura fina, no es resinosa y desprende un agradable aroma , se utiliza  en ebanistería, talla, fabricación de muebles  y mobiliario, también en la fabricación naval por su resistencia, se dice que fue con ella con la que  Noé fabricó su arca.   

Simbólico árbol de la Muerte es también el balsámico árbol de la Vida, porque es capaz de devolver la salud a cuantos acuden a él, enfermos del pecho, a respirar sus esencias. Su porte delgado y estrecho, altísimo, parece un dedo señalando al Cielo, señalando a Allah.              

Antiguamente, en occidente el ciprés estaba consagrado a Plutón, cuya frente se coronaba con su ramaje,  Desde  hace más de veinte siglos, adorna los cementerios de los pueblos de la cultura cristiana en toda la cuenca mediterránea..

La civilización islámica admiraba el ciprés, igual que  la palmera. En la decoración de mosaicos del Palacio Imperial de Topkapi, en Estambul, vemos representados siete altivos cipreses emparejados con doce ramos. Los epitafios de las tumbas musulmanas de Anatolia, en Turquía, están decorados, en su mayoría, por cipreses, artísticamente representados, lo que les confiere un halo de serenidad y de inmortalidad. Durante los dos siglos y medio que estuvo el Islam en Sicilia, los musulmanes introdujeron en la isla el cultivo del ciprés. Ahora, mil años después, estos esbeltos árboles, envueltos en rosadas buganvillas, sirven de telón de fondo a los impresionantes templos griegos y romanos. Y en la capital, el Jardín Botánico de Palermo conserva los mayores cipreses de Europa, con más de 1.200 años de historia.

En España,  el jardín de Al-Andalus. En la localidad granadina de Vélez Benaudalla se está rehabilitando un hermoso jardín islámico correspondiente al reino nazarí (siglos XIII y XIV), en donde se encuentran los más altos cipreses de nuestro país, con más de cuarenta metros de altura. Desde la terraza central, donde se hallan los robustos árboles que flanquean un antiguo aljibe, podemos contemplar el impresionante desfiladero de los “caracolillos de Vélez”, con el sofisticado sistema de regadío árabe todavía en uso -azud- que garantiza la fertilidad de estas tierras de la España tropical.

Debemos recordar  el paseo de cipreses más legendario de la España islámica, el del Generalife de la Alhambra de Granada, donde los altivos árboles, con más de seis siglos de historia y 30 metros de altura, constituyen una doble pared natural, siempre verde, en cuyo interior los rayos solares no pueden entrar.
En la China antigua se suponía  que por ser ricas en sustancia yang,  el consumo de las semillas del ciprés procuraba la longevidad.

En el Japón, la madera más usada en los ritos del shinto es una variedad del ciprés, el hinoki. Con él se fabrican  diversos instrumentos, como el shaku (cetro) de los sacerdotes y, sobre todo, saber  que el fuego ritual se enciende por frotamiento de dos trozos de hinoki. Esta madera es igualmente la que sirve para la construcción de los templos, como el de Isé. Se vuelven a encontrar aquí manifiestamente las nociones de incorruptibilidad y pureza.

Farmacológicamente hablando sus usos medicinales se deben en parte a la cantidad de tanino que contienen sus frutos, que le da poder astringente, vasoconstrictor, edtas propiedades pueden utilizarse por via interna y externa para tratar  hemorroides, varices, diarrea, hemorragias, la tos que arrastra sangre de los pulmones,  incontinencia urinaria, por sus otros principios se utiliza también como  diurético, febrífugo, sedativo de la tos, calmante de los bronquios y expectorante

La esencia de ciprés también tiene efectos medicinales como antiespasmódico, pero su mejor efecto es  sobre la respiración  por lo wue la hace útil en el tratamiento de bronquitis, incluso la gripe.
También tiene efecto en  sobre el aparato reproductor femenino y trastornos de la menopausia

El ciprés es un árbol que simboliza la unión entre el cielo y la tierra. Tanto su tronco como sus raíces se alzan y descienden profundamente hacia el centro de la tierra
Por su longevidad y su verdor constante se le llama junto a la tuya
“El árbol de la vida”
Entre griegos y romanos estuvo en relación con las divinidades del infierno y ligado a Pluton, esto debido a que sus raíces profundizan hacia el interior de la tierra
En Europa es símbolo de duelo, quizásd por error ya que lals coníferas por su resina incorruptible y sus hojas persistentes son símbolo de inmortalidad
En China ya comentamos que el consumo de semillas propiciaba la longevidad
Orígenes veía que el ciprés  simbolizaba las virtudes espirituales ya que

CIPRÉS: Como todos los árboles fálicos, -dice De Gubernatis-, el ciprés es, al mismo tiempo, un símbolo de la generación, de la muerte y del alma. Pero, sobre todo, en su calidad de árbol perenne, siempre verde, perfumado, de madera incorruptible como la del cedro, ha tomado una significación funeraria. Ya desde los tiempos paganos, se asocia con la idea de la muerte. Así, entre diversos pueblos primitivos y entre los griegos, que lo consideraban como uno de los atributos de Hades y de otras divinidades infernales. También debieron consagrarlo a Esculapio, dios de la medicina. Los romanos lo consagraron, asimismo al dios infernal Plutón, otorgando al ciprés el adjetivo de «Fúnebre», con el que ha pasado a la posteridad. Por ello se encuentra, generalmente, en los cementerios. Por su follaje oscuro y por su tronco, que, si se corta, jamás vuelve a crecer -otras ideas que lo relacionan con la muerte-, el ciprés aparece esculpido en numerosas tumbas cristianas. // En la simbología del cristianismo, significa también la angustia, la inmortalidad o la mansedumbre. // En heráldica, simboliza elevados y nobles sentimientos, como la idea de incorruptibilidad.
Diccionario de los Símbolos y Mitos   -   J.A.Pérez-Rioja

Los que hay en el parque del Alamillo fueron plantados con fecha posterior a su  inauguración, diria que fueron dos regalos al parque en su fiesta de aniversario, uno está recibiendfonos a la entrada del parque por la puerta de TV española, dando la bienvenida a sus visitantes  y los otros en un margen de la pradera que está frente al cortijo

1 comentario:

  1. Me siento completamente emocionada y agradecida por vuestras aportaciones que con tanto interés y arduo trabajo estáis haciendo por Sevilla. Gente como tu equipo son las que precisamos imperiosamente. Valoro, como otros muchos vuestro compromiso, además altruista.

    Merecidísimo Premio Dardos a tu blog, querida Rosa. Ojalá tuviera yo "poder y haberes", que entonces se podrían hacer muchas más cosas, al menos, mi reconocimiento no faltará. Tu hijo, José Carlos, puede presumir y sentirse muy orgulloso de tí. Todo un ejemplo de ciudadanía. ¡Enhorabuena!.

    Un fuerte abrazón.

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