Aunque algunos vaticinaron agua, el día estuvo magnífico, y la estancia en el parque resulto una delicia, las personas a las que nos gusta la naturaleza pudimos ver un parque luciendo sus mejores galas, las mujeres se colocan sus joyas, el parque luce sus frutos. Pudimos ver los espinos con sus frutos rojos, las encinas con sus hermosas bellotas, los acebuches con sus acebuchinas, los naranjos cargados de este fruto, en las mismas puertas de su cortijo los magnolios nos ofrecen el rojo colorido de sus piñas enseñando sus simientes, un cielo lleno de nubes algodonosas y alegría en nuestro ambiente,
En la nave que utilizaba “Damas”, ligeramente acondicionada, se repartió la ya tradicional tarta, confeccionada por el obrador de Itálica, que como siempre estaba buenísima, era un poco más pequeña, por aquello de la crisis, y es curioso, se prepara pensando en los visitantes más pequeños, los niños, no obstante los verdaderos consumidores resultan los papas y sobre todo los abuelos, algunos repiten mientras hay, eso si, los niños son los que todos los años apagan las velitas. Se canta el cumpleaños feliz. Todo amenizado por un pasacalle que intenta deleitar a los niños
Como comienzo a la fiesta su director Adolfo Fernando nos dirigió unas palabras, explicando sobre todo lo que se había hecho, hizo mención especial a la Asociación de Amigos de este Parque, ya que ha sido su colaboración la que en esta ocasión ha permitido realizar la puesta en uso de esta zona, volvemos al tema de la crisis que tanto nos afecta a todos, también al parque. A través de África su presidenta ha entregado una placa de reconocimiento a la dedicación de esta asociación de la que me siento orgullosa de formar parte y colaborar siempre que es necesario.
Para terminar nos ofreció un paseo en tren para recorrer todo el espacio ampliado y explicar las actuaciones realizadas, queda mucho por hacer, estoy segura y confío en el tesón para lograrlo
Creo que el parque del Alamillo es un parque distinto a los del resto de la ciudad, es un parque abierto al ciudadano que encuentra en él los medios necesarios para poder desarrollar cualquier actividad siempre que respete el medio, un director complaciente y agradecido con cualquier petición o sugerencia y una plantilla de trabajadores envidiable
Desde aqui, mi personal reconocimiento a todos ellos
Desde aqui, mi personal reconocimiento a todos ellos