PALMERA DATILERA (Común) - Phoenix dactylifera L. - Palmácea o Arecácea

El gran botánico Linneo las consideraba los príncipes del reino vegetal, por su belleza y porque forman un mundo aparte en la evolución de las especies vegetales.

Características propias de todas las palmeras son: carecer de anillos anuales, crecer sin engrosar los tallos. Todas sus hojas se producen en la extremidad superior del tronco, y sus flores y frutos se asoman entre las hojas. La única yema de crecimiento se localiza en el centro de las hojas, y es de esta yema de donde nacen todas ellas. Sus bases envuelven el tronco y es lo que engrosa su anchura.

Las palmeras, antes de crecer verticalmente deben formar la yema tan ancha como vaya a ser  más tarde  su tronco, por esto, durante algunos años vemos sus hojas a ras del suelo, durante este tiempo la yema es muy vulnerable, podría incluso ser comida por algún animal de no ser porque está protegida por las hojas, todas alrededor,  en algunos casos incluso por espinas.

Podemos diferenciarlas por sus hojas, en unas, todos los segmentos salen del mismo punto, en otras (pinnadas) los segmentos salen de un eje, los pecíolos y la forma de los troncos ayudan a  su identificación.

Requieren climas cálidos, solo hay una palmera que soporta el frío, incluso el hielo, la palmera de Fortune (Trachycarpus fortunei).

La palmera datilífera (Phoenix dactylifera) procede del norte de África y Oriente Medio. Busca climas cálidos y secos, no le gusta la sombra, podemos considerarla como el árbol característico de los oasis del desierto. Dice un refrán árabe: “Quiere tener los pies en el agua y la cabeza en el fuego)  Parece que su nombre genérico(Phoenix) se debe a que  sus hojas recuerdan las plumas del ave fénix

Puede alcanzar los 30 m de altura y 2 m de diámetro en la base del tallo, su tronco es delgado formando grupos, salvo cuando se han separado artificialmente. Pertenece al grupo de  palmeras con hojas pinnatisectas (divididas como las plumas de un ave)  de color  azulado poco brillante, perennes y muy rígidas.

Flores masculinas amarillas, aromáticas; las femeninas sin fragancia.

Época de floración: Primavera

Fruto Ovalado-esférico, rojizo y marrón, carnoso, dulce, que necesita calor para su maduración.

Es planta dioica, se necesita que haya un pie macho cerca de un pie hembra para que ésta dé dátiles, si la palmera recibe cuidados especiales y en determinadas razas estos son comestibles. Generalmente en las palmeras de las calles se han plantado para adorno, y los frutos (dátiles) suelen ser amargos, incluso en ocasiones caen antes de madurar.

Hábitat: cultivada ampliamente en todas las zonas subtropicales, tanto por sus utilidades económicas como por su notable belleza.

La palmera se utiliza ampliamente en jardines y avenidas (Sevilla, av de la Palmera)

Las hojas se utilizan en muchos sitios para festejar el Domingo de Ramos, También se trabaja mucho en artesanía, fabricándose cestos, alfombras, escobas y un fin de objetos. De la savia se obtiene el “laghbi”, bebida alcohólica  muy estimada por los habitantes de los oasis.  Debido a su gran utilidad los árabes la consideran como el árbol  bendito, y nosotros podemos considerarla como el 2º grupo importante respecto a la economía, de ella obtenemos dátiles, cocos, leche, vino, azúcar, fibras textiles, y  largo etc. Los dátiles muy maduros hervidos con leche de cabra ablandan y suavizan las vías respiratorias.

El nombre genérico  deriva del griego “phoinix” palmera, el específico tiene su origen en “dactylos” dedos, por lo parecido de sus frutos a éstos.

Simboliza la independencia (no le importa vivir sola)   

                                                                              

           El PALMERAL DE ELCHE ESTÁ RECONOCIDO COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD       

Lo que dura una palmera - María Carrasco - Fandangos  

  

A una palmera

Señora de los vientos,
garza de la llanura
cuando te meces canta
tu cintura.

Gesto de la oración
o preludio del vuelo,
en tu copa se vierten uno a uno
los cielos.

Desde el país oscuro de los hombres
he venido, a mirarte, de rodillas.
Alta, desnuda, única.
Poesía.    

                                                                                          Rosario Castellanos